En lo corrido de este segundo año, hemos cifrado la apuesta en poder revisar y comprender que implica transferir y más en una visión horizontal. Eso ha tornado la mirada en que más que los gestores de Transformación educativa repliquen la ruta del programa en el territorio y ejecuten acciones directas con las comunidades educativas, o lo que es más grave, generen un proceso que depende de su presencialidad que no mueve el proceso transformador si no están ellos, es que la fuerza justamente está en el establecimientos de puntos de trabajo conjunto y acciones de relevo, que permitan la apropiación y contextualización de la metodología desde Fundación Pies Descalzos.
Los resultados dejan ver que los tiempos planificados para el desarrollo de las fases de acompañamiento a los establecimientos educativos, no se han cumplido, sin embargo la marcha muestra como poco a poco se consolida en avance: Quibdó por ejemplo avanza hacia la consolidación y ajustes al PMI –PA desde el liderazgo de un comité impulsor, lo que no hemos logrado es que el aprendizaje y la experiencia de ese colectivo logre impulsar los PMI – PA de las dos sedes. Adicional no avanzamos como quisiéramos en el acompañamiento a la secretaria departamental de educación en la valoración y valoración del PAM, apuesta que nos sigue entusiasmando y retando por aportar a un municipio con amplias necesidades de ser acompañado técnica y estratégicamente en el enrutamiento hacia el mejoramiento de la calidad como un factor determinante para mejor la calidad de vida.
Cartagena avanza en la consolidación del PMI y el PA, esta es una comunidad tentadora y retadora con fuerza para afrontar el cambio. Barranquilla por iniciar tarde, muestra un avance aun sin lograr concretar el ritmo deseado, pero eso sí, con una determinación y apropiación en cabeza del rector que hace presumir que será un buen proceso.
Así vamos en esta apuesta que se construye en cada paso.