Janer Guardia López
Gestor Antioquia
Si existe un laboratorio para el posconflicto en Colombia, es Anorí, el municipio antioqueño incrustado en la cordillera central de los andes, que se proyecta al mundo como un modelo de transformación social, económica y política en el marco de la coyuntura actual que define un período de tránsito de la confrontación armada, hacia la paz con un enfoque territorial.
El Programa Transformación Educativa para la Vida –PTEV- de la alianza ISA y la Fundación Antonio Restrepo Barco, no es ajeno a esta realidad histórica que vive el municipio y por ello viene aportando de manera significativa tanto al mejoramiento de la calidad de la educación de las escuelas cercanas a la infraestructura de ISA en la Entidad Territorial, como a la construcción de la política pública educativa municipal –PEM-, que busca integrar decisiones, acciones y acuerdos para dar solución efectiva a los problemas focales que afectan la garantía del derecho a la educación en Anorí.
Se trata de un ejercicio de participación comunitaria donde los Anoriseños son reconocidos como sujetos de derecho e integrados de manera directa al proceso de formulación del instrumento de planificación. Se crea, de esta manera, una política desde las bases –de abajo hacia arriba- para que los próximos dos gobiernos la apropien y la implementen.
La fuerza de la política está centrada en lograr una lectura del contexto a través de la consulta ciudadana en el ámbito rural y urbano, lo que permitirá a un equipo impulsor del PEM conformado por representantes del sector educativo, orientar y encaminar de manera concertada los procesos para el mejoramiento de la calidad de la educación partiendo de las condiciones iniciales identificadas.
Si bien la educación constituye uno de los eslabones necesarios en la cadena de factores impulsores del tránsito de las armas hacia una paz estable y duradera, sabemos que no es posible consolidar la paz territorial sin una educación de calidad para los niños, niñas y jóvenes que se proyectan al tejido social actual en un marco de inclusión, participación y mejores perspectivas de futuro.
Para la comunidad educativa municipal, en cabeza del Secretario de Educación Luis Rodrigo Cárdenas, es realmente significativo que el Programa continúe en el territorio aportando a la consolidación de la paz a través de la garantía efectiva del derecho fundamental a una educación con calidad. De la misma manera, esperan que la Quinta expansión logre finiquitar el PEM desde una perspectiva innovadora, que permita subsanar las dificultades de la educación local, incluir el fututo de la educación deseado por todos los Anoriseños y acotar sistemáticamente los elementos, escenarios, dinámicas e interacciones que faciliten y permitan impulsar el mayor potencial deseado en los temas educativos, que no está por demás ratificar, son la fuente que demarca las acciones productivas, económicas, ambientales y sociales en el territorio.
Si el posconflicto es hoy una realidad palpable en Anorí, se requiere por tanto que la política pública educativa vaya en consonancia con esta coyuntura histórica que avoca al país hacia la trasformación estructural en todas sus formas y dimensiones. Para nosotros como Programa, es inmensamente grato y satisfactorio seguir impulsando esta transformación social, económica y política porque nos place enteramente contribuir a mejorar las garantías para una educación humanizante y transformadora, una educación que siente las bases para construir el país que queremos: una Colombia educada y en paz.